viernes, 15 de mayo de 2009

DIA UNO

UNA AREPA JAPONESA
Grandes edificios me rodean mientras camino en medio de pequeños individuos de ojos rasgados y cuerpo menudo; el distrito de shinjuku donde me encuentro en esta mañana me confunde por el constante movimiento y el trafico incesante de la ciudad más poblada de Japón; aquí, donde están las sedes de las mayores empresas e instituciones de Tokio me resulta difícil encontrar lo que busco …..

Más tarde luego de meditar por el curioso contraste de ser esta una de las ciudades con menos asesinatos del mundo pero con altos índices de suicidio me pierdo en el santuario mejí y ahora entiendo porque los suicidios aun aquí tampoco encuentro lo que busco a pesar de la seguridad y tranquilidad que se respira en el ambiente hay cosas que ni la más avanzada tecnología me pueden dar; pues, no encuentro la palabra precisa la frase perfecta el comentario adecuado para decirle a alguien que lo que quiero es una arepa.

Como explicar que el resultado de convertir el maíz aquel fruto de oro cultivado al otro lado del pacifico en harina y al mezclarlo con agua, mantequilla, sal y secretos de la casa se obtiene una arepa. El pan colombiano. Una deliciosa arepa vendida en las calles de mi país y que aquí conocieran su delicioso sabor serian exportadas al puerto de Tokio.
Y estoy segura que si la familia imperial las probará no se podrían resistir y terminarían viviendo en Colombia para comer todos los días arepas con queso o tumbarían la muralla abrirían su puerto e intentarían sembrar maíz pero un día se daría cuenta que arepas como las colombianas ni en la china

La tarde empieza a caer y mi búsqueda no da resultado el trafico en el distrito de Ginza es peor que el de esta mañana y mientras busco en los restaurantes bares y grandes almacenes de la calle chuo dori me desilusiono aun mas pues ni pidiendo una “corn griddlecake” lo más cercano que encuentro en otro idioma para decir arepa parece que hablara en “chino”

la noche se acerca lenta y silenciosa mientras las luces se encienden y los avisos luminosos no me dejan ver más allá que sombras perturbadoras estoy cansada desilusionada y algo triste pues mi búsqueda resulto inútil prefiero quedarme en Colombia y comerme una arepa pues esto de soñar perdida en Japón buscando una arepa ya me hizo dar hambre….-

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